Tan benditos como María

¿Dios bendijo a María “más que a ninguna otra persona creada”?

Esta gran mujer se menciona en la Biblia casi 750 años antes de su nacimiento. Hablando de María y del Ser Perfecto que vendría de su vientre, el profeta Isaías dijo: “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel” (Isaías 7:14). María fue la mujer judía en la cual “el Verbo” se hizo carne (Juan 1:1,14).

Algunos concluyen que, dado que María fue elegida por Dios para dar a luz a su hijo, fue bendecida más que ninguna otra mujer en la historia de la humanidad. ¿Es esto cierto?

Del catecismo católico

Hablando de María, la Iglesia Católica enseña que “el Padre la ha ‘bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo’ (Ef 1,3) más que a ninguna otra persona creada. Él la ha ‘elegido en él, antes de la creación del mundo para ser santa e inmaculada en su presencia, en el amor’ (Ef 1,4)” (Catecismo de la Iglesia Católica, no. 492, énfasis mío —JF).

Dios “nos” bendijo

Por contraste, el pasaje citado en el párrafo anterior en realidad dice que el Padre celestial “nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo” (Efesios 1:3). Este versículo se aplicó en primer lugar a los cristianos en Éfeso y, por extensión, a todos aquellos que se encuentran “en Cristo”. Del mismo modo, el siguiente versículo dice que Dios “nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él” (Efesios 1:4).

La palabra “bendijo” en Efesios 1:3 proviene de la misma palabra griega usada por Elisabet cuando le dijo a María: “Bendita tú entre las mujeres” (Lucas 1:42). La Biblia no enseña que Dios bendijera a María “más” que a ninguna otra mujer, sino que fue bendita “entre” las mujeres. Además, los cristianos en Éfeso fueron tan “bendecidos” de manera que, al haber obedecido el evangelio (Marcos 16:16; Hechos 2:38), tuvieron “toda bendición espiritual … en Cristo” (Efesios 1:3-14)

Así es con nosotros hoy. Si disfrutamos de “toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo” (Efesios 1:3), y si María disfrutó de las mismas bendiciones espirituales, ¡somos tan bendecidos como ella!

“¡Salve, muy favorecida!”

Cuando el ángel Gabriel fue enviado a María para contarle el plan de Dios de traer al Cristo a través de ella, la saludó con las palabras: “¡Salve, muy favorecida! El Señor está contigo” (Lucas 1:28, LBLA). Es interesante notar que la palabra griega de la cual tenemos la frase “muy favorecida” también se encuentra en Efesios 1:6, donde dice que Dios “nos hizo aceptos en el Amado” (RVR1960) o que “nos agració” (JER, Biblia de Jerusalén) en su amado hijo.

¡Al igual que María, todos los cristianos que se encuentran en Cristo son “muy favorecidos” a la vista de Dios!

–Jerry Falk